Aunque Vietnam del Norte perdió todos sus aviones en los últimos bombardeos, el MG-21 demostró ser un duro adversario para la superioridad aérea estadounidense.
Sobre la guerra de Vietnam, como sobre cualquier conflicto librado entre un país grande y otro pequeño, existen varias tópicos que no son del todo ciertos por más repetidos que sean. Uno de esos tópicos es la afirmación de que los vietnamitas luchaban con armas rudimentarias contra la más avanzada tecnología. Ciertamente varios informes de inteligencia mostraban que el Vietcong obtenía la mayor parte de su material de ejécito del Sur y de las minas y otros artefactos sin estallar lanzados por Estados Unidos.![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh3TKcReiQnUYHeICWa8_gNRoQP3PSlhYB189mNtgfZDI7wdR-wZtcOqgchZUEVk9xypOhP6uxvbFYTIfPRD8p9wvO8jIWkr4UPdbfHOYEFD347_WLtPbtxfkcaruT6uvgKSmWI3RO_3vJA/s320/tec+vs+tec.jpg)
Se tiene constancia de que el Vietcong y el EVN preparaban trampas casi artesanales como las estacas punji cubiertas de excrementos para acelerar la gangrena al soldado que la pisaba. Por su parte Estados Unidos empleaba las bombas lazy dogs cargadas con miles de cuchillas para generar una muerte más lenta a las víctimas que encontraran a su paso.
Aunque si es verdad que Estados Unidos utilizó en Vietnam los más sofisticados productos electrónicos de que disponía (detectores de movimiento, bombas inteligentes guiadas por láser, helicópteros artillados...) no es menos cierto que los vietnamitas del norte, y algo menos los miembros del Vietcong, disponían de lo mejor que el arsenal soviético había producido, especialmente en la segunda y tercera parte de la contienda.
Durante las incursiones aéreas sobre Vietnam del Norte de los años sesenta y setenta Hanoi lanzó sus MIG-17. Los occidentales al principio pensaban que el MIG 17 era una simple mejora de aparato anterior utilizado en la Guerra de Corea, en la década anterior. Sin embargo los pilotos vietnamitas terminaron de demostrar que disponían de un aparato totalmente diferente, mucho más manejable y más certero. Aún más sofisticados era los mundialmente famosos reactores MIG-21, un aparato concebido en 18 meses y desarrollado a finales de los 50 que realizó numerosos derribos de todo tipo de aviones estadounidenses (incluidos los F-4 Phantom lanzados en su contra). Aún mejor era el MIG-23 que entró en servicio cuando el conflicto ya terminaba.
Sobre la guerra de Vietnam, como sobre cualquier conflicto librado entre un país grande y otro pequeño, existen varias tópicos que no son del todo ciertos por más repetidos que sean. Uno de esos tópicos es la afirmación de que los vietnamitas luchaban con armas rudimentarias contra la más avanzada tecnología. Ciertamente varios informes de inteligencia mostraban que el Vietcong obtenía la mayor parte de su material de ejécito del Sur y de las minas y otros artefactos sin estallar lanzados por Estados Unidos.
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh3TKcReiQnUYHeICWa8_gNRoQP3PSlhYB189mNtgfZDI7wdR-wZtcOqgchZUEVk9xypOhP6uxvbFYTIfPRD8p9wvO8jIWkr4UPdbfHOYEFD347_WLtPbtxfkcaruT6uvgKSmWI3RO_3vJA/s320/tec+vs+tec.jpg)
Se tiene constancia de que el Vietcong y el EVN preparaban trampas casi artesanales como las estacas punji cubiertas de excrementos para acelerar la gangrena al soldado que la pisaba. Por su parte Estados Unidos empleaba las bombas lazy dogs cargadas con miles de cuchillas para generar una muerte más lenta a las víctimas que encontraran a su paso.
Aunque si es verdad que Estados Unidos utilizó en Vietnam los más sofisticados productos electrónicos de que disponía (detectores de movimiento, bombas inteligentes guiadas por láser, helicópteros artillados...) no es menos cierto que los vietnamitas del norte, y algo menos los miembros del Vietcong, disponían de lo mejor que el arsenal soviético había producido, especialmente en la segunda y tercera parte de la contienda.
Durante las incursiones aéreas sobre Vietnam del Norte de los años sesenta y setenta Hanoi lanzó sus MIG-17. Los occidentales al principio pensaban que el MIG 17 era una simple mejora de aparato anterior utilizado en la Guerra de Corea, en la década anterior. Sin embargo los pilotos vietnamitas terminaron de demostrar que disponían de un aparato totalmente diferente, mucho más manejable y más certero. Aún más sofisticados era los mundialmente famosos reactores MIG-21, un aparato concebido en 18 meses y desarrollado a finales de los 50 que realizó numerosos derribos de todo tipo de aviones estadounidenses (incluidos los F-4 Phantom lanzados en su contra). Aún mejor era el MIG-23 que entró en servicio cuando el conflicto ya terminaba.