sábado, 28 de abril de 2007

La Ofensiva de Pascua: el ARVN resiste


La Ofensiva de Pascua falló porque Vietnam del Sur no se desmoronó y los bombarderos y buques estadounidenses estuvieron allí.
A las dos de la mañana del 30 de marzo de 1972, la artillería y los misiles del EVN atacaron las posiciones del ARVN en la Zona Desmilitarizada con una potencia tal que recordaba los peores momentos en Khe Sanh.
12.000 proyectiles, 4.000 hombres y 200 blindados se lanzaron contra las posiciones survietnamitas con el fin de arrollarlas, cercar Quang Tri y volver a ocupar Húe, como ya consiguieron en 1968. Pero no era la Ofensiva del Tet, a esta se le llamaría la ofensiva de pascua

El fracaso de la vietnamización


Ciertamente el programa de vietnamización había logrado éxitos. Entre ellos podemos citar:
· Infringir un duro golpe a la infraestructura del Vietcong y el EVN en la vecina Camboya.
· Apoderarse de abundante munición, provisiones y suministros destinados al Sur.
· Armar al régimen de Thieu con abundantes provisiones de munición y equipo (esta misma opción la tomaron los soviéticos antes de su retirada en Afganistán).
· Reducir los cuadros de mando de los comunistas por las acciones terroristas del Programa Phoenix.

· Resistir el gran ataque que supuso la Ofensiva de Pascua
Sin embargo los vietnamitas habían logrado por su parte:
· Aumentar el territorio bajo su poder.
· Causar una serie derrota al ARNV en Laos.
· Conservar su capacidad de acción y sus líneas de abastecimiento.
· Mantener la moral de combate de sus tropas, dañada por los bombardeos y la eliminación de sus miembros.
Los logros obtenidos por los vietnamitas comunistas coinciden
casi totalmente con lo que la Administración Nixon pretendía evitar; por este motivo el resultado final de la vietnamización se puede calificar de fracaso. Esta opinión parece confirmarla las órdenes que daría Nixon de bombardear masivamente a Vietnam del Norte y minar tanto los puertos como los estuarios, acciones todas ellas casi a la desesperada para conseguir un acuerdo de paz.

La victoria del norte y la derrota de Estados Unidos

Pese a lo que los acontecimientos demostraron después, en 1972 y 1973 la derrota del Sur no estaba clara para ninguna de las dos partes. Por un lado combatían ya a solas, pero por el otro estaban recuperando territorio y Estados Unidos les había entregado 2.500 millones de dólares en armas y municiones, suficiente para resistir durante varios años.
Tampoco las circunstancias internacionales se lo ponían fáciles a ninguno de los dos bandos.

Problemas económicos

Pese a la generosa carga del arsenal que habían dejado los norteamericanos la salida de la guerra redujo por dos veces las ayudas económicas al régimen de Saigón (primero por Nixon y después por el Congreso) hasta dejarlas en 700 millones de dólares anuales. Este recorte en las ayudas aumentó aún más en 1975 lo que obligó a dejar en tierra a más de 200 aviones, la mitad de la fuerza aérea survietnamita.
La Crisis del petróleo aumentó el precio de los alimentos y otros productos de primera necesidad en todo el Sur lo que obligó a muchos soldados a realizar trabajos extras fuera de las filas o a dejar su puesto para poder ganar lo suficiente como para mantener a sus familias reduciendo, claro está, el tiempo disponible para entrenamientos y operaciones.
Para el norte las cosas no marchaban mucho mejor. La política de acercamiento de Nixon a China (la famosa Diplomacia del Ping Pong de 1971 y la visita a Pekín de Nixon en 1972) hacía pensar en una disminución de la ayuda militar del gigante asiático a Vietnam del Norte.
Unido a esto la URSS también bajó sus generosas aportaciones de fondos y armas al tener que preocuparse de la seguridad de su frontera con China, en la que llegaron a darse enfrentamientos esporádicos.

Las Linebacker: Los bombardeos sobre el Norte

En el 8 de mayo de 1972 Richard Nixon suspendió las negociaciones de París por los continuos ataques del EVN y ordenó la campaña de bombardeos Linebaker para minar los puertos, los objetivos militares, las vías férreas, las instalaciones petrolíferas, aeródromos y los muelles de todo Vietnam del Norte. Según las fuentes estadounidenses el Presidente estaba indignado por las continuas incursiones del Norte sobre el Sur y dijo que aquellos vietnamitas iban a sufrir un bombardeo como nunca antes habían sufrido. Él tenía muy presente que la Operación Rolling Thunder había desgastado mucho a su antecesor y una mucho más dura haría lo mismo con él; pero era hombre enérgico y no dudo en ordenar la salida de los B-52.
En esta ocasión los Phantom y los B-52 iban equipados con bombas inteligentes, que tan famosas se harían en conflictos posteriores, y, según la Administración Nixon, sólo atacarían blancos militares o económicos, nunca zonas habitadas por civiles.
Esta campaña de bombardeos fue aún más terrible que la Rolling Thunder de la década pasada y la eficacia de estas armas superó con mucho a las anteriores, en esta ocasión se lanzaron 155.548 toneladas de bombas en 41.000 misiones. Así las fábricas fueron casi destruidas por completo, lo mismo que las vías férreas (incluido el famoso puente de Thanh Hoa que fue alcanzado por 15 bombas guiadas por láser y se derrumbó), las ciudades aún intactas de Hanoi y Haiphong también fueron atacadas por primera vez en el conflicto.
Según las fuentes occidentales los bombardeos no perseguían llevar a Vietnam del Norte de nuevo a la mesa de negociaciones, sino demostrar a Vietnam del Sur que les seguirían apoyando pese a retirar sus soldados. No obstante Nixon deseaba una salida honrosa de la que sería la primera derrota para su país y esta circunstancia también influyó en lanzar los bombardeos.
Desde el punto de vista estadounidense las operaciones Linebakers menguaron la moral vietnamita y el gobierno de Hanoi comenzó a pensar en volver a la mesa de negociaciones.
El 23 de octubre los bombardeos pararon y se retomaron las negociaciones.
Sin embargo, unos meses después de cesar los bombardeos los jerarcas de Vietnam del Norte no vieron satisfechas sus demandas para comenzar a negociar y se retiraron nuevamente. Por aquellas fechas habían recibido de la URSS misiles SAM (tierra-aire) y confiaban en presentar resistencia a los nuevos ataques; pero además conocían la resistencia de su pueblo y la situación en Estados Unidos por lo que la amenaza de nuevos ataques no les impresionaba demasiado.
Nixon, habitualmente firme en sus decisiones y enérgico en su aplicación, reanudó los bombardeos (lo que se conoció extraoficialmente como Operación Linebacker II) entre el 18 y el 29 de diciembre de 1972 (sólo pararon el día de Navidad).
En esta segunda fase de la campaña cayeron 20.370 toneladas de bombas, matando a 1.000 personas, deteniendo las comunicaciones internas, dañando la red eléctrica y terminando con la totalidad de la fuerza aérea norvietnamita.

Los preliminares de la Ofensiva de Primavera

En un principio la seria derrota cosechada en la Ofensiva de Pascua hacía recelar al politburó de una rápida victoria. Más bien lo que trataban de conseguir era una posición más fuerte, a ser posible cortando al país en dos, para el ataque final que tendría lugar en 1976.
Sin embargo, desde el Sur, el general norvietnamita Tran Van Tra pedía una gran acometida a unos 10 km de la capital. Él insistía en que se podía conseguir una victoria rápida. El plan consistía en partir de las Tierras Altas Centrales hasta la ciudad de Pleiku y cortar su conexión con Ban Me Thuot. En un principio se aplazó la petición, pero finalmente Hanoi decidió comenzar la ofensiva, y el general Van Tieng Dung fue enviado al Sur para preparar todas las actuaciones.
El 1 de marzo de 1975 el EVN cortó los enclaves terrestres con Ban Me Thuot, la ciudad cayó el 13 de ese mismo mes. El ataque hizo tomar al presidente Thieu dos de tantas decisiones equivocadas, pero que en aquellos momentos resultaron extraordinariamente trágicas:
·Sacar a sus fuerzas de Pleiku y Kontum para concentrarlas en la ciudad que terminaba de caer.
·Abandonar la Zona Desmilitarizada, replegando todos los efectivos de la ciudad de Quang Tri hacia Hue y Da Nang.

La retirada se convirtió en una desbandada. La presión del ejército enemigo, el pánico de los civiles que huyeron aterrados y la ineptitud del mando que no pudo realizar una retirada ordenada (una operación de las más difíciles que se le pueden pedir a un oficial) minaron por completo la cohesión y espíritu de lucha de los soldados que, en lugar de defender las ciudades citadas, huyeron entre la multitud que bajaba despavorida. En un intento de evitar una derrota catastrófica el presidente del Sur en marzo decretó la movilización general
para tratar de contener la ofensiva que muy pocos veían irremediable. Pero el esfuerzo resulta inútil, Hué cayó el 25 de marzo y Da Nang el 30. En las Tierras Altas Centrales también cundió el pánico y cayeron en poder del Norte dos días después.

jueves, 26 de abril de 2007

La Ofensiva de Primavera

Aquel desmoronamiento en la parte norte del país y las Tierras Altas Centrales cambió la percepción que tenían los dirigentes de una victoria para el año siguiente. También lo cambió para Saigón que trató de entablar negociaciones con los comunistas. Estos exigieron la desaparición de Thieu de la escena política y finalmente dejó el poder el 21 de abril siendo sustituido por el general Duong Van Minh.
A finales de marzo el Buró Político se reunió nuevamente y se decidió lanzar la Ofensiva. Dung recordó el discurso lanzado tras la reunión:
Nuestra ofensiva estratégica general empezó en la campaña de Tay Nguyen. Ahora ha llegado una nueva oportunidad estratégica y las condiciones permiten un rápido final para nuestra resolución de liberar el Sur. Decidimos concentrar rápidamente nuestras fuerzas, armas y material para liberar Saigón antes de la estación de las lluvias.
El 22 de abril varios aviones A-37 capturados al enemigo volaron hasta Tan Son Nhut y, valiéndose de su apariencia, atacaron la torre de control y destruyeron numerosos cazas. El humo pudo verse desde Saigón con la consiguiente sensación de pánico.
El general Cao Van Vien ordenó a sus hombres defender las posiciones hasta el fin y poco después huyó. Las mismas dos cosas hizo el presidente Thieu. Su cargo fue ocupado el 28 de abril por Duong Van Minh (Gran Minh).
Unidades enteras del Saigón se rendían al paso de los comunistas que avanzaban tomando una ciudad tras otra bajo el lema
En el mejor momento, con la mayor rapidez, la mayor osadía y la mayor sorpresa, y seguros de la victoria.