Pese a lo que los acontecimientos demostraron después, en 1972
y 1973 la derrota del Sur no estaba clara para ninguna de las dos partes. Por un lado combatían ya a solas, pero por el otro estaban recuperando territorio y Estados Unidos les había entregado 2.500 millones de dólares en armas y municiones, suficiente para resistir durante varios años.
Tampoco las circunstancias internacionales se lo ponían fáciles a ninguno de los dos bandos.
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjlk2U8k9bYrn5-h3K2Ue4vwOYOtxOLTjrMo2bE8mbmbi-eZv4iz8DeK3u6TWAobsFyU5WdWI8BBfJQ09fvCoijajw2UjmiDdwVZdVi-G2DpJEUhIxm-4PnhlagPt0F2OzYUJsISKqP4Jew/s320/derrota+del+norte.jpg)
Tampoco las circunstancias internacionales se lo ponían fáciles a ninguno de los dos bandos.